Las fuerzas que uno
crea
Nos
hemos referido en clase que una función básica de la materialidad que diseñamos
de un edificio, es su función estructural, algo así como decir que los
materiales que hemos ido “apilando” (es un decir) se mantengan en pie frente a las
solicitaciones de la naturaleza.
La
“firmitas” que pedía Vitrubio (siglo I) de los arquitectos para serlo.
Como
el tema es extenso, no nos preocupamos por ahora más que de las fuerzas
originadas en la gravedad.
Aquella
que surge de la relación entre la masa de los materiales diseñados para
construir una parte del edificio, y la fuerza de la gravedad
Este
sistema de fuerzas de origina por tanto de
nuestro diseño de la materialidad de las partes del edificio
A
tener siempre en cuenta
Al K
lo que el K vale
El
funcionamiento térmico de la caja arquitectónica, como le solemos llamar, la
envolvente edilicia dicen otros, tiene décadas en la cátedra de construcciones.
Y
como “todo cambia”, hemos ido modificando nuestro enfoque, también desde hace
muchos años.
Hace
décadas (como pasa el tiempo), que incorporamos el coeficiente G
de globalidad térmica como la herramienta válida para el diseño
Y
lo transformamos en una muy simple planilla de cálculo a la cual llamamos
ÍNDICE DE FUNCIONAMIENTO TÉRMICO, que ya veremos en clase.
Esa
es la herramienta de diseño del funcionamiento térmico del proyecto.
El K
se ha hecho famoso por razones burocráticas, pero no es una herramienta de
diseño.
Como somos o queremos
ser (ustedes) arquitectos damos Al
K lo que el K vale.
Hay tiempo, no mucho
con tantos feriados, para terminar manejando esta herramienta de diseño.